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Pisos de madera - Pensar bien antes de elegirlos

Articulo publicado en el diario La Nacion del 21-05-2008

Hoy en día los pisos de madera, junto con el auge y crecimiento actual de la construcción, podemos afirmar que han tomado dos caminos paralelos: por un lado, están los pisos flotantes y prefinish (de rápida ejecución y terminación, pero de baja calidad y aspecto de terminación artificial), muy empleados en edificios nuevos, lo que facilita la rápida venta, y por el otro, el siempre vigente piso de madera maciza, para un público mucho más exigente y que prefiere lo duradero y la alta calidad sin una gran diferencia de costo.

En una rápida descripción de las características de cada uno podemos establecer que entre los denominados flotantes están los enchapados de diversas maderas naturales y los melamínicos (plásticos imitación madera), y son empleados en aquellas obras en las que la rapidez de ejecución y el uso prevalecen sobre la calidad final (locales comerciales, shoppings, por ejemplo). Cabe destacar que en ningún caso es posible un posterior pulido y restauración, aun en el caso de los enchapados en madera natural, ya que se instalan apoyados sobre una manta de poliéster, apoyada a su vez sobre la carpeta de cemento, y van pegados y encastrados entre sí, resultando una superficie inestable para el pulido con maquinaria.

En cuanto a los denominados prefinish, están los que poseen colocación similar a los flotantes y los que se instalan de manera tradicional, pegados y clavados a la carpeta; tampoco requieren de una posterior terminación, pero poseen algunas características particulares, a saber: tienen bordes con un pequeño bisel que genera una junta no deseada entre listón y listón, que retiene la suciedad y atenta contra la calidad y aspecto final. En resumen, son de mejor aspecto final que un flotante, pero no dejan de parecer artificiales y de dudoso buen gusto final.

Y, por último, se encuentran los clásicos y siempre vigentes pisos macizos, de maderas nobles como el tradicional roble, tanto americano como de Eslavonia; lapacho; incienso; maple; haya, por ejemplo, en maderas oscuras o claras, y tanto en su colocación tradicional como en entablonados a la americana.

Si bien su instalación requiere de un tiempo similar a los anteriormente mencionados, necesitan además del proceso de terminación, ya sea hidrolaqueado o encerado, lo que podría retrasar la terminación un par de meses de colocado si no se trata de una obra bien gerenciada y programada, ya que perfectamente se puede colocar el piso, realizar los trabajos de pintura, y a posteriori, pulir y terminar el piso, obteniendo así una inmejorable calidad de terminación.

En cuanto a la tendencia estética, diremos que el mercado está inclinado actualmente hacia los pisos oscuros, muy presentes en la arquitectura actual, y que en cuanto a la colocación está mucho más vigente una colocación a la americana (un mismo ancho de listón, pero en largos varios) en lugar del tradicional parquet en bastón roto, damero o entarugado, actualmente en desuso, lo que en realidad permite lograr un mejor aprovechamiento de la madera y se reduce así su desperdicio.

En resumen, podríamos aseverar que siempre que los tiempos de obra lo permitan y si la intención es darle un valor extra a la propiedad, es preferible un piso de madera maciza antes que uno flotante o prefinish.

Por Jorge Pawlow
Especial para LA NACION


El autor de la nota es responsable de Arquisolado

Publicado por Arq. Juan Faggio
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