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Las casas pueden revelar la personalidad

LONDRES.- Una vieja amiga tiene un nuevo novio, que nos invitó a tomar unos tragos en su terraza. En el minuto en que él bajó a la cocina, no pudimos evitar curiosear la casa. Grabados de Damien Hirst en las paredes (gusta del arte contemporáneo), bien; caricaturas de un clásico del humor británico en otras (tiene sentido del humor), bien; pilas de papeles y diarios tirados en el living (no es un neurótico del orden, pero tampoco deja cáscaras de banana tiradas), bien; último libro de James Bond sobre el sofá (bien masculino, y no está tratando de impresionar a los visitantes negando gustos populares), mejor aún. Conclusión: mi amiga debería casarse ya. ¡Y eso que todavía no habíamos visto las facturas de luz de la casa de vacaciones en el sur de Francia!

Este tipo de análisis que uno hace de manera un poco irónica y espantándose ante la propia superficialidad acaba de recibir algo de validez científica en un libro que ya apunta a convertirse en la sensación de la temporada.

Se trata de Snoop, de Sam Gosling, profesor de psicología social experimental de la Universidad de Texas, en Austin, en el cual analiza cuánto se puede averiguar sobre una persona a partir de sus pertenencias.

Gosling, por ejemplo, investiga las habitaciones de los estudiantes de la universidad, y luego compara los resultados de sus observaciones con aquellos de tests estandarizados y entrevistas para saber sobre una persona. El resultado es que muchas veces el ojo entrenado dice considerablemente más y que no todo es intuitivo.

Por ejemplo, uno pensaría que las personalidades muy creativas tendrían libros y revistas por todas partes, pero, según el análisis de Gosling, es la variedad y no la cantidad de material de lectura la que denota una personalidad de ese tipo. Y las láminas con puestas de sol kitsch con frases inspiradoras no son signos de una personalidad balanceada, sino de inestabilidad emocional.

Los especialistas no son fácilmente engañados y pueden distinguir entre la imagen que una persona está tratando de proyectar y su verdadera personalidad. Por ejemplo, uno puede acomodar rápidamente el living cuando vienen visitas, pero el ojo atento descubrirá rastros de desorganización, como la planta a la que le falta riego desde hace días.

En julio, la revista New Scientist invitó a sus lectores a que enviasen fotos de sus casas para que Gosling analizara las personalidades ocultas detrás de ellas. Había que ser demasiado valiente para sumarse al desafío.

Por Juana Libedinsky
Para La Nación

 

Publicado por Arq. Juan Faggio
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