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Reciclar preservando lo historico

Entre 2007 y 2008, el gobierno porteño otorgó 64 permisos para ampliar, reciclar o construir hoteles boutique en antiguos solares del casco histórico. Tres ejemplos muestran cómo se puede refuncionalizar una vieja propiedad respetando su carácter y su memoria

Articulo de Marina Gambier (fragmento)
Para el Diario LA NACION

El negocio del turismo las salvó de la topadora, aunque muchas propiedades centenarias habían desaparecido antes de que el fenómeno de los hoteles boutique se expandiera por la ciudad. En los últimos años, por su arquitectura y entorno, las casas del casco histórico y alrededores recuperaron protagonismo al mutar en confortables hospedajes de diseño. Escaleras arriba o detrás de puertas monumentales se esconden viejos solares que ahora tienen aire acondicionado y Wi Fi. La mayoría fueron concebidas para alojar familias, por eso adaptarlas a usos contemporáneos obliga a tener en cuenta otras variables antes de proyectar, como las normativas conservacionistas y la opinión de los vecinos, cada vez más conscientes del patrimonio urbano.

"Refuncionalizarlas es un desafío constructivo interesante", explica el arquitecto Horacio Vázquez, que restauró una casa de 1912, tipo chorizo de dos plantas con acceso independiente, donde inauguró Mariposita de San Telmo, hotel temático de cinco habitaciones. La fachada quedó intacta y el interior es una armoniosa reinterpretación de la arquitectura original. "Hay que tener en cuenta la memoria de la propiedad, las dimensiones preexistentes y al usuario, que tiene necesidades nuevas. Con esas variables, proyectar. Lo importante es respetar la memoria: lo que existe se reconoce, y lo que no, se hace de nuevo." El edificio era una sucesión de cuartos y patios a lo largo del lote (de 8,75 por 60), pero la mitad de la construcción había sido demolida por los anteriores dueños, que además de abandonar la obra dejaron los escombros en el lugar, sobre los que Vázquez diseñó un jardín aterrazado. La actual propietaria, una bailarina de tango, quería un hotel con sala de baile. "En esta tipología era imposible imaginar algo así. Para lograrla, lo más difícil fue recuperar en la planta baja el ancho de la estructura chorizo. Ahí se cruzó el sistema original de vigas de madera en el techo pintadas en negro, se colocaron dos nuevas de hormigón, columnas y una viga de hierro para sostener las plantas superiores. Se recuperó un patio interior mediante un techo de vidrio que da carácter al salón de la planta baja." Arriba, el proyecto toma el modelo original de la casa. "La parte antigua no había sido demolida, es decir, tenía valor en si misma", cuenta Vázquez. Ahí se construyeron dos niveles donde se ubican las habitaciones y, retirada de la línea municipal, un departamento de 80 metros. Una imponente escalera de hierro enlaza las plantas con vista a un jardín con asador, piscina y un típico patio porteño con farolito y piso en damero.(fragmento)

para ver la nota completa http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1115106

 

Publicado por Arq. Juan Faggio
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